domingo, 8 de octubre de 2017

La autopsia de Jane Doe, d'André Øvredal

Hacía mucho tiempo que no experimentaba aquel miedo que te recorre por todo el cuerpo, se instala cómodamente y va creciendo poco a poco. Cada vez se apodera más de ti. Esperas el susto, el salto que hará que toda esa angustia caiga al suelo para empezar de cero. Vuelta a la casilla de salida.

No es el miedo de las películas llenas de efectos sonoros y monstruos horripilantes, no es un miedo visual. Es aquel de los buenos libros de terror. Aquellos libros que quieres cerrar porque no los podrías leer tapándote los ojos, los que Joey Tribianni confinaría en su congelador. Desde que leí "Cementerio de animales" de Stephen King que no lo pasaba tan mal.

La primera parte de "La autopsia de Jane Doe" es pura narrativa del miedo. Nada de lo que aparece en pantalla es especialmente terrorífico. Estamos acostumbrados a las autopsias y cadáveres que aparecen constantemente en las series policíacas. Es un proceso conocido: examen externo, abrir el cadáver, sacar los órganos... Pero desde que el cadáver níveo e inmaculado de la Jane Doe protagonista es depositada en la camilla el espectador empieza a sufrir.

Los constantes planos cortos, cortísimos, son incesantes, no dejan de aumentar el nivel de alerta, angustia y estrés. ¿Se moverá, cerrará los ojos, articulará palabra? Nada ocurre. Los forenses siguen con su autopsia y lo que van encontrando en la pobre Jane es tan estremecedor como el ambiente que se genera. ¡Me pasé la mitad de la película con las manos en la cara! 

Por suerte para mí porque ya estaba al borde del ataque de nervios, la película se complementa con una segunda parte que responde al clásico del cine de terror: venga a correr por los pasillos de la morgue, puertas que se abren y sustos por doquier.

¡Qué mal y qué bien lo pasé! Lástima que no puediera verla el año pasado en el Festival de Sitges... No me extraña que el Jurado le otorgara el Premio Especial. "La autopsia de Jane Doe" es un peliculón, aunque mejor disfrutarla en compañía...


No hay comentarios: