Tor: tretze cases i tres morts, de Carles Porta
Hará unos cuantos meses le expliqué a un amigo la anécdota ocurrida en el pueblo de un conocido sobre un hombre anciano que ante la llegada de un funcionario de la diputación correspondiente que le pedía que se aviniera a realizar la parcelaria de sus tierras, respondió persiguiendo al susodicho hasta los límites del pueblo escopeta en mano.
Yo le expliqué a mi amigo esta anécdota sorprendida por el comportamiento del abuelo (el mismo que el resto del pueblo) y entonces mi amigo me recomendó la lectura de Tor: tretze cases i tres morts (Tor: la montaña trágica, en su edición al castellano), un libro que explica la historia de un pueblo catalán en el que vivían poco más de un centenar de personas repartidas en trece casas y en el que los conflictos por la propiedad de la montaña se alargan durante más de un siglo produciéndose tres muertes.
El conflicto nace cuando en 1896, y ante la llegada del Código Civil, los vecinos de Tor se deciden a crear la “Sociedad de Condueños de la montaña de Tor” y así protegerse de futuras personas de fuera del pueblo que quisieran aprovecharse y/o adueñarse de la montaña (de gran valor por su situación estratégica de comunicación con Andorra para el narcotráfico y por los recursos naturales). La única condición para ser condueño era “mantener fuego” todo el año, es decir, residir en el pueblo, pero las condiciones climatológicas y las oportunidades económicas hacen que la mayoría de familias bajen a vivir a otros pueblos y ciudades durante el invierno (en el que Tor queda totalmente aislado). Así, se genera un conflicto entre dos caciques del pueblo que quieren ser considerados únicos dueños de la montaña cuando un próspero negocio para construir una pista de esquí se vislumbra en el horizonte. Un pastel que no apetece mucho compartir…
El libro es fruto de la investigación que el periodista Carles Porta realizó a finales de los 90 sobre el asesinato de José Montané “Sansa” (uno de los caciques) para el programa 30 Minuts (podéis ver el reportaje aquí), pero la historia superó las expectativas periodísticas y se transformó en el libro que es de claro género periodístico donde el autor, a parte de facilitar los datos del caso también nos transmite sus opiniones y sensaciones a medida que la investigación avanzaba.
La lectura del libro es fascinante y te engancha de tal manera que yo me lo leí de un tirón en un sábado de lluvia. Los hechos y sucesos que se van acaeciendo a lo largo de la historia están muy bien narrados y toda la trama te hace reflexionar en cómo el rencor, el odio y el aislamiento pueden envenenar tanto a las personas.