miércoles, 5 de diciembre de 2007

Salon du livre et de la presse jeunesse (I)

Después de varios años intentando visitar el Salon du livre et de la presse jeunesse en Montreuil, París, por fin esta vez, ha sido posible.

Me habían explicado maravillas sobre su calidad, su variedad, su extensión..., pero todo me parecía un pelín exagerado. Acostumbrada a los salones del libro de nuestra casa, pues... claro, nada parece todo. Dos días después de mi vuelta, puedo decir que es mucho más que todo. Es mejor.

Mi primera sorpresa fue la magnitud del evento, tanto en sus dimensiones como en su calidad. Respecto a las dimensiones, guau!, impresionante. El salón está ubicado en dos naves industriales con tres pisos, repletos de stands. Respecto a su magnitud y consideración dentro del mundo cultural parisino, me dejó anonadada que al bajar del avión, en el mismo aeropuerto de Charles de Gaulle una gran pancarta con el cartel del salón anunciaba cómo llegar hasta el mismo.

En la entrada del salón, patidifusa me dejan las unidades móviles de televisión que informan sobre cómo se desarrolan las diferentes actividades literarias. Después de recoger mi acreditación, tengo que sortear ingentes manadas de escolares parisinos que se agolpan en las puertas de entrada. La cantidad de niños es tan abrumadora que hasta emociona. Y lo mejor de todo, no era en horario escolar. Siempre es bueno que los profesores acompañen a sus alumnos a actos relacionados con la literatura y los libros, pero son actividades obligatorias. Ver a tantos niños y adolescentes pasando la tarde de un viernes en un salón del libro es alentador.

La segunda sorpresa que me llevo me la dan los propios stands del salón. Todos muy cuidados, decorados con ilustraciones, posters, muñecos, los libros bien dispuestos e iluminados. Y no sólo las novedades sino un amplio abanico de fondo editorial. Todos estos aspectos contribuyen a aportar solidez, continuidad y credibilidad a un salón que quiere difundir la literatura creada para los niños. Y realmente es así. Todos los stands, los de grandes editoriales y librerías, los de asociaciones profesionales, los de bibliotecarios... todos sin excepción te obligaban con su organización y puesta en escena a pararte y chafardear.

¿Por qué en nuestros salones no se hace igual? ¿Por qué no tenemos un gran salón dedicado a la literatura infantil a nivel nacional? ¿Por qué en los salones del libro generalista no se dedican más espacio y energías a los futuros lectores? Me muero de envidia. Yo también quiero un salón como el de Montreuil en mi ciudad, en mi país.


Os recomiendo que el año que viene os guardéis unos cuantos días de las vacaciones para finales de noviembre, guardéis también unos ahorrillos porque los vais a gastar y a disfrutar de la literatura infantil.

2 comentarios:

sfer dijo...

Yo te haré caso!!
Espero que en próximas entradas nos enseñes tus compras (y, por supuesto, que lleves alguna el lunes a la Petit Príncep!!!)

PS: Ya ha salido en SM el del león parisino. Han respetado el formato. Lo vi el otro día en Abacus y me acordé de ti :-)

Miguel dijo...

jopé que bien te lo pasas
no?
:)
por cierto pásate por mi flog que sales tú!
por cierto te envié un mail sobre el PMB
a ver si nos vemos!
m