24 horas con la Gauche Divine
Me resulta curioso que cuarenta años después de su momento de máximo esplendor, la gauche divine siga viva como elemento cultural y distintivo que sigue impregnando a Barcelona, a la que siempre se la ha tildado de más europea que a la capital del reino, y cuya conexión con Europa, dicen, empezó con la renovación estética y literaria que desató la gauche divine.
Dado que ni siquiera había nacido cuando se desarrolló este periodo divino, todas las referencias que han llegado hasta mí han sido experiencas y reflexiones ajenas. Pasar 24 horas con la Gauche Divine es una de las mejores maneras para formarse una opinión sobre el fenómeno y salida desde dentro, ya que Ana María Moix formó parte de este grupo.
Escrito en 1971, 24 horas con la Gauche Divine es un retrato irónico de este grupo de intelectuales y artistas que llevó a la Barcelona de finales de los sesenta a un nuevo nivel cultural. Como un infiltrado invisible, el lector participa en los debates y conversaciones interdisciplinares que se mantenían en Bocaccio, copa en mano. También es testigo del nacimiento de las que después serán grandes editoriales como Anagrama o Seix Barral y del desfile de novelistas, poetas, cantautores, fotógrafos, modelos, agentes literarios, pintores, arquitectos y demás protagonistas de aquella época.
La autora comenta en el prólogo que el manuscrito permaneció olvidado en un cajón del despacho de la editora Esther Tusquets (también presente en el relato) y se mantuvo inédito hasta hace diez años. Como postre a la crónica, le sigue un cuestionario memorable que la autora realizó a 24 integrantes de la Gauche Divine sobre la propia Gauche Divine.
La lectura del libro de Ana María Moix me asienta en la convicción que no todos eran de izquierdas, ni mucho menos eran todos divinos, que había de todo un poco y que los que se sirven de la expresión que acuñó Joan de Sagarra para devaluar la evidente evolución y transgresión cultural propiciada por la Gauche Divine, no son o no quieren ser conscientes que dicha evolución cultural, sí, fue posible gracias a una situación económica boyante de la joven burguesía catalana de la época, pero también de la voluntariedad personal de todos aquellos que la llevaron a cabo.
MOIX, Ana María. 24 horas con la Gauche Divine. Barcelona: Lumen, 2002. ¿Me lo prestas?
4 comentarios:
No hi ha com tenir calés per donar-se-les de diví i trencador i d'esquerres i revolucionari; però amb tots els diners de l'empresa familiar, empresa de dretes, franquista, católica, apostólica i romana. En fi.
Que curioso, tengo sobre la mesa un libro de Jaime Gil de Biedma, con una foto de Colita, donde habla de Carles Barral, de Goytisolo y de Castellet...solo encuentro a faltar a la Gimpera...con aquel anagrama de Bocaccio...ahhh salut
Hola! Soy César, miembro del blog Librosyliteratura.es y queríamos hacerte una propuesta literaria para "Cuaderno de Lectura" ¿Puedes mandarnos un mail de contacto a blogsymedios@librosyliteratura.es ?
Muchas gracias
Hola de nuevo:
En el anterior mail he cometido un error. Donde pone "Cuaderno de lectura" quería decir "Pies Raros". Las prisas son malas consejeras, y he escrito mal. Sorry! :D
Un saludo
Publicar un comentario