jueves, 16 de mayo de 2013

Mons (quan tanco els ulls)

Mi última cita con el teatro me llevó al Mercat de les Flors para disfrutar del espectáculo de danza "Mons (quan tanco els ulls)" un proyecto de la compañía Nats Nus Dansa que ha creado y dirigido Claudia Moreso y que interpretan los bailarines Gema Díaz, Joan Palau, Noemí Ventura y Emili Gutiérrez.


Basado en el potente universo onírico del escritor e ilustrador taiwanés Jimmy Liao, el espectáculo trata una sucesión de  histories sin conexión narrativa, pero con profunda carga poética, que retratan diferentes viajes a un mundo interior, propio, donde refugiarse cuando la vida y sus situaciones no nos agradan.


No soy muy asidua a los espectáculos de danza, aunque me encanta, porque me desconciertan, no sé cómo encararlos. Creo que es una sensación parecida a la que otras personas sienten por el arte contemporáneo, que no lo entienden. Quizá tenga que acudir más a las programaciones de danza para público familiar porque en este caso, disfruté mucho por toda la carga emocional que trasnmitió a los espectadores.


Estaré muy atenta a próximos espectáculos de esta compañía que trabaja el aspecto pedagógico de la danza con los colegios. En este último trabajo, colaboraron con escuelas de los barrios de Gracia y La Marina, estudiando la obra de Jimmy Liao y preguntándose cómo imaginaban su mundo cuando cerraban los ojos. ¡Maravilloso!

lunes, 13 de mayo de 2013

Barcelona corre


De manera cíclica se ha ido poniendo de moda salir a correr al aire libre. Primero se le llamaba jogging, después footing y ahora running. Tres maneras de referirse a una misma actividad que cada vez practica más gente. Sólo es necesario comprobar el número creciente de carreras populares que se organizan.
Los expertos afirman que este incremento de corredores es debido a la sencillez que implica empezar a correr y también al factor económico ya que el equipo básico no es caro y correr se puede hacer casi en cualquier lado ahorrándose la cuota del gimnasio.
Ya confesé anteriormente que soy una de las abducidas de esta práctica deportiva, a la que añado otro factor motivacional: la contemplación del paisaje.

Lo que antes hacía caminando o desde el bus, ahora también lo hago corriendo mientras quemo calorías (¡ya he perdido 12 kilos!). Y en Barcelona hay unas cuantas rutas para correr y disfrutar del paisaje, desde las más clásicas por la Carretera de les Aigües o el Paseo Marítimo a otras más insospechadas pero efectivas como la de Els Tres Turons.
Pero si necesitáis rutas nuevas, no os podéis perder el libro Barcelona corre (publicado en catalán, castellano e inglés, que encontraréis disponibles en las bibliotecas de la provincia de Barcelona), un fantástico compendio donde encontraréis 23 rutas (que cada corredor puede adaptar a sus necesidades) ordenadas por distritos, temas y dificultad que os harán disfrutar de las plazas, los parques y las calles de la ciudad. Si aún no os habéis iniciado en las careras, no sufráis, este libro puede ser el primer paso ya que también incluye las recomendaciones de dos corredores expertos. 
Eh! Y para los que no podéis salir sin el smartphone, no tendréis que cargar con el libro porque también está disponible en versión app para iTunes y Android.

Ya no hay excusas para no convertirse en el próximo Hijo del Viento...


He publicado esta entrada originalmente, y en catalán, en el bloc LlegeixBarcelona que escribimos conjuntamente entre la biblioteca del Ateneu Barcelonès y las del Distrito Horta-Guinardó.

sábado, 11 de mayo de 2013

Botín Sant Jordi 2013 (II): lo que me regalaron

Obviar los presentes que recibí por Sant Jordi ha sido una grosería total. Si fuera Hannibal Lecter ya me habría devorado a mí misma... Así que para no seguir alargando el feo, ahí va lo que me regalaron.


Mi caballero particular me regaló el libro El mundo invisible de Hayao Miyazaki de Laura Montero Plata y editado por Dolmen Editorial. El gato quiso salir también en la foto y posó un poco. No tengo ni que decir lo mucho que me ilusionó recibir este libro, ¿verdad? 


Mi SIST Esther, sabiendo lo que me entusiasman los libros objeto, de artista, me regaló esta pequeña maravilla llamada Circo de Pulgas, de Celia Sacido. Lo compró en la tienda La parada, del Mercat de l'Abaceria de Barcelona. Si no la conocéis ya estáis tardando, tienen unos libros que os harán perder la cabeza. Son unas artistazas estas pulgas, no veas qué espectáculos... ¿Las veis?


Y por último, el mejor usuario del mundo mundial, Miquel, conocido por los cafeses a los que nos invita cuando viene a la biblioteca, me regaló hace un par de días (aunque lo considero de Sant Jordi también), el último ejemplar de la revista Mongolia, que es para troncharse. No os lo perdáis, risas aseguradas por ¡sólo 3€!

miércoles, 24 de abril de 2013

Botín Sant Jordi 2013

Este año no he tenido fiesta por Sant Jordi así que tuve que comprimir al máximo mi lista de prioridades y así organizarme una joranda realista para disfrutar de este día. Como me apasiono por igual por la comida y los libros, repartí mis visitas entre dos de mis pasiones. Para ver la parte deliciosa pasaros por mi gastro-espejo.

En la tienda Mamabenz tienen una preciosa selección de objetos singulares de todo el mundo. No se puede entrar en ella sólo para mirar. Y no es que los propietarios de la tienda no te lo permitan, es que tú mismo serás incapaz de encapricharte con algo. Si alguno sabe resistirse, que comparta su método. Yo no sé cómo lo hice para comprarme sólamente el cómic Tonoharu, de Lans Martinson y editado por Sins Entido.


Una parada imprescindible por Sant Jordi es la de la librería Casa Anita (los lectores de este blog seréis conscientes de mi adoración absoluta por esta libreria de literatura infantil y juvenil) porque disponen de lo bueno y lo mejor de la LIJ, pero también por el maravilloso sarao que organiza Oblit Baseiria, la librera, con las firmas de ilustradores de primera línea. Maravilloso.


Otra parada que procuro no perderme es la de la librería Negra y Criminal, otra excelente librería especializada de la ciudad, ésta en novela negra. Normalmente siempre me compraba en ella la última novedad de las aventuras de mi amado Bernie Gunther, pero parece que no voy a tener Philip Kerr hasta dentro de un tiempo... Así que me hice con la novela El guardián invisible de Dolores Redondo y editada por Destino porque opinadores de lo negro y criminal me la recomiendan y porque está ambientada en el Valle de Baztán, del que guardo muy bonitos recuerdos.


Como la parada de la Negra y Criminal suele ubicarse a la altura del Palau Virreina, no acostumbro a adentrarme más allá en Las Ramblas porque es tal el gentío que me agobio, pero este año la afluencia no era tan exagerada y llegué hasta la parada de la librería Documenta, otro tesoro de la ciudad, donde se podían adquirir los libros de las 21 "otras" editoriales: pequeñas, independientes, de autor, de ensayo, de poesía... Una valentía que tenía que premiar con la compra de dos libros más, aunque me hubiera comprado muchos más.


Y al final el premio me lo llevé yo porque me atendió el mismísimo editor de Libros del Asteroide. No os podéis imaginar el terrible esfuerzo que tuve que realizar para contenerme y no ponerme en plan groupie a gritar "¡yo soy muy fan vuestra!". Al final cayeron A propósito de Abbott de Chris Bachelder, editado por Libros del Asteroide y Pippi Calzaslargas: todas las historias de Astrid Lindgren y editado por Blackie Books.

Y a vosotros ¿cómo os fue la jornada? ¿comprasteis muchos libros o cazasteis dragones?

sábado, 16 de marzo de 2013

La signatura 400 (igual, pero diferente)

El pasado domingo asistí a la última representación de la obra La signatura 400, adaptación teatral de la novela homónia de Sophie Divry, de la que ya les hablé anteriormente en este blog.
¿Que no se acuerdan? Sí, hombre, era aquella historia de una bibliotecaria que al llegar a la biblioteca se encuentra con un usuario que se quedó encerrado el día anterior y ha pasado allí la noche.

Después de la regañina de rigor, la bibliotecaria comparte con el usuario un efervescente monólogo que en apariencia versa sobre el mundo de los libros, la lectura, las bibliotecas y las personas que las habitan, pero que en realidad es una retahíla de frustraciones, gustos y disgustos sobre su vida profesional y personal, para nada ajenas a cualquier otra persona, pero que en este caso se asocian al oficio poco creativo y rutinario de la bibliotecaria y a sus carencias afectivas.
[Nota aclaratoria de la bibliotecaria residente del blog: mi oficio es tan rutinario y creativo como yo quiero que sea, hay días que más y días que menos.]


El valor añadido de la versión teatral, que es muy fiel a la novela original, es el trabajo interpretativo de los actores Lluïsa Mallol (que también es la responsable de la adaptación) y Joan Gibert que únicamente con sus expresiones y gestualidad da la réplica sin palabras al monólogo repleto de altibajos emocionales de la bibliotecaria. 
El pequeño formato de la obra y del espacio que proporciona el escenario del Círcol Maldà hace cómplice al público de la situación desarrollada, casi como si también se hubiera quedado encerrado en la biblioteca, sólo que la bibliotecaria no se ha dado cuenta que nosotros también estamos ahí, de testigos.

¡Imperdible! ¡Una gozada!

lunes, 11 de marzo de 2013

El diccionario que escribió María Moliner


Uno de los propósitos (no escritos) que me marqué para el 2013 era volver a ir regularmente al teatro, como mínimo una vez cada trimestre. Puedo decir que de momento me estoy portando bastante bien porque ya he ido a ver tres obras y casualmente las tres tenían una relación muy directa con mi trabajo, así que las he disfrutado un poquito más, si cabe.


Mi primera obra del año ha sido El Diccionario, de Manuel Pérez Calzada, con la que he descubierto la fascinante biografía de María Moliner, apasionada bibliotecaria y amante de las palabras que no cejó hasta el final de su vida en el intento de proporcionar una definición correcta y objetiva para cada término, sin que esta se vea influenciada por ideas políticas y morales. La precisión con la que analizaba cada palabra se ve reflejada perfectamente en la obra, y me arrancó alguna que otra sonrisa al notar el paralelismo conmigo misma respecto a la obsesión y tozudez con las que yo también entomo mis tareas y el amor por el análisis lingüístico y sintáctico. Porque si utilizamos la palabra hemiplejia (hemi: medio y plejia: ausencia de movimiento) ¿por qué no podríamos también utilizar hemiplátano? Genial.

La obra empieza con el diagnóstico de arterioesclerosis cerebral que sufre María Moliner y mediante sus recuerdos, que se mezclan con su presente, los espectadores conocemos la trayectoria vital de la bibliotecaria que redactó el Plan de Bibliotecas del Estado del Gobierno de Valencia durante la República y que fue degradada por los fascistas al archivo de Hacienda. Menuda tortura para una bibliotecaria vocacional que quería poner la cultura y las palabras al alcance del pueblo. Igual tortura, y jugarreta cruel del destino, la de sufrir demencia y afasia por culpa de su enfermedad, olvidar palabras y confundir otras como "librera" con "bibliotecaria".
No sólo de palabras y definiciones vive El Diccionario, la obra es una lección interdisciplinar sobre la libertad, la represión, las ideologías, el odio, pero también el trabajo con fichas, la pulcritud y precisión del trabajo bibliotecario llevado al extremo y la desgracia de la enfermedad.
El trabajo interpretativo del plantel de actores es excepcional, con Vicky Peña al frente (como María Moliner), Helio Pedregal (su médico neurólogo) y Lander Iglesias (el marido) hacen justicia, como dice Gabriel García Márquez, a la proeza que llevó a cabo María Moliner en su casa, ella sola, con su máquina de escribir y unas fichas, escribió el diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana.

Si tenéis oportunidad de verla, no os la perdáis, es muy emocionante, tanto que toda la platea la despedimos con largas y sonoras ovaciones. Imperdible.


sábado, 2 de febrero de 2013

Este año he sido muy buena

El año pasado debí ser muy buena porque esta Navidad me han dejado muchos muchos muchos libros. ¡Cómo a mí me gusta! Cómics, libros de cocina a gogo y también un cacharrito muy mono para leer.


7 libros de cocina y los 3 que veis aquí arriba. No está nada mal, ¿verdad? Se me debe notar lo mucho que echo de menos Japón porque las tres incorporaciones a mi biblioteca tienen que ver con el país nipón...

1. Tokyo Sanpo, de Florent Chavouet. Diario de viaje y aventuras cotidianas del dibujante francés mientras residió en la capital nipona. Me encanta por lo original y porque reconozco muchas de las experiencias y lugares.

2. Soy un gato, de Natsume Soseki. Un libro que empiece con la frase "Soy un gato, aunque todavía no tengo nombre." está llamando a gritos que lo devoren. Y es lo que pretendo hacer con esta obra clave de la literatura japonesa.

3. El Japón de Murakami, de Carlos Rubio. Un ensayo imprescindible para los amantes de la narrativa de Murakami, que quieran descubrir aspectos de la cultura y la sociedad nipones a través de este novelista. Es libro que parece hecho especialmente para mí.

Y para leer con propiedad tanto libro, mi hermana me regaló un cachivache la mar de chulo... un marca páginas en forma de plantita!

Diseñado por Connect Design. 
La fotografía la he sacado del blog de Anthology Magazine.

Chulo, ¿verdad?



martes, 29 de enero de 2013

Busco y no encuentro nada

"Lucy miró los resultados que se sucedían, su búsqueda con redes neuronales revisaba una infinidad de palabras clave, textos ancla, archivos, URL, etiquetas, correos electrónicos y direcciones IP–. Busco y no encuentro nada que se acerque remotamente a lo que me describes."
Lucy Farinelli, una precoz niña de 10 años que aparece por primera vez en la novela Postmortem de Patricia Cornwell, de la saga Scarpetta. Años después, convertida en exagente del FBI, experta en información, internet y tecnología, también tiene días malos en los que no encuentra nada.
Su perfil (no-oficial) en twitter: @lucyfarinelliPC

Factor Scarpetta de Patricia Cornwell editada por RBA, pàg. 21.

lunes, 7 de enero de 2013

Confesiones, viajes, malos tragos, en crudo... de un chef


Hoy mismo he finalizado la lectura de En crudo: la cara oculta del mundo de la gastronomía de Anthony Bourdain, cuando he caído en la cuenta que nunca antes había hablado de este chef reciclado en escritor de la que soy fan absoluta. Así que procedo a emmendar mi error...

Leí Confesiones de un chef al poco de su publicación en España. Siempre me había sentido atraída por la gastronomía pero hacía un par de años había empezado unos cursos de cocina a la par que entraba en la facultad de Biblioteconomía. Todo me era bastante nuevo, así que la lectura de Bourdain fue un choque bastante importante. Me sorprendió sobremanera el descarnado anecdotario del que hace gala el cocinero, trash hasta morir, lleno de cocineros cocainómanos, heroinómanos, borrachos y armados con cuchillos seguro que no muy limpios. Es un relato apasionante de sus primeras experiencias gastronómicas en la vida, así como de sus inicios en el mundo de las cocinas de los restaurantes, su gestión y la alineación que sufren los que se dedican a ese negocio.
Me gustó tanto que nuevo libro que se ha publicado lo he devorado. 

Viajes de un chef es una travesía por todo el mundo, como reza el subtítulo en busca de la comida perfecta. Bourdain aprovecha la fama que le aporta Confesiones de un chef para fichar por un canal de televisión por cable y venderles un programa sobre viajes y comida sin tener en cuenta los usos gastronómicos establecidos. Es un caos ordenado de experiencias culinarias más allá de refinamientos cotidianos. Una delicia si a parte de comer, te gusta viajar y experimentar con la comida.

En Malos tragos encontramos una recopilación de artículos periodísticos que sin un nexo común más allá de la gastronomía en general, sí que es posible apreciar la evolución que el chef sufrió a partir de la publicación de su primer libro, al ser lanzado al estrellato mediático y participar en programas de televisión.

En crudo a mi parecer es un heredero natural de Confesiones de un chef porque repasa mediante anécdotas, como siempre en el tono directo y políticamente incorrecto de Bourdain, el paranorama gastronómico internacional. En este último volumen no deja una sola tecla por tocar, cosa que como lectora interesada en la gastronomía, me encanta. Desde la moda slowfood, el veganismo, las grandes cadenas alimentarias, la burbuja de los restaurantes de lujo hasta su propia figura, todo es cuestionado sin pelos en la lengua.

Como en todas sus obras Bourdain podría pasar por escritor de tratados de antropología gastronómica dado su gran talento para diseccionar el mundillo de la cocina, los restaurantes y la gastronomía. La lectura de cualquiera de sus libros es amena, irreverente y 100% estimulante. Tanto si os interesa la temática que aborda Bourdain como si no, os recomiendo la lectura de cualquiera de ellos, pues es seguro que pasaréis un buen rato.

Parece ser que En crudo será la última de sus confesiones culinarias y se pasará a la ficción. Para empezar su realismo sucio se traslada al manga con la publicación de Get Jiro una novela gráfica salvaje donde los comensales se matan, literalmente por conseguir una mesa en alguno de los restaurantes de moda, chefs rivales enfretados a muerte y otros que directamente se las tienen con sus clientes.
Se me hace la boca agua...

jueves, 22 de noviembre de 2012

La cena, de Herman Koch

"El meñique del maître había señalado en primer lugar mi filete de gallina de Guinea envuelto en una loncha de tocino alemán, y luego había pasado a la guarnición: un montoncito de "discos de lasaña de berenjena con ricotta" ensartado en un palillo de cóctel, que más parecería un sándwich club en miniatura, y una mazorca de maíz ensartada en un resorte que, problablemente servía para coger la mazorca sin mancharse los dedos, pero tenía algo ridículo, o no, ridículo no es la palabra, sino más bien algo que pretendía ser divertido, como un guiño del cocinero o algo por el estilo".
Aunque La cena, de Herman Koch es un libro ampliamente laureado (Premio del Público y del Año 2009 y más de 350 mil ejemplares vendidos) a mí me había pasado completamente desapercibido. Como bibliotecaria prescriptora que soy, entono el mea culpa. Lo siento. Y para colmo fue un usuario el que me lo recomendó cuando lo devolvía en el servicio de préstamo de la biblioteca.
El título ya fue suficientemente sugerente para mí, gastrópata que soy, así que rápidamente lo aparté para llevármelo e intentar repetir la grata lectura que tuve la última vez que cayó en mis manos una novela ambientada durante una cena.

La acción se sitúa en un restaurante de alta gama donde han quedado para cenar dos hermanos con sus respectivas mujeres. Desde la primera línea se nota la gran tensión que domina la escena, en cualquier momento parece que una chispa hará explotar toda la situación. El protagonista es un hombre de clase media-alta, de mediana edad, casado y con un hijo de dieciséis años. El hermano es un político candidato y favorito en las próximas elecciones a primer ministro del país. La relación entre ellos es más que tensa, el lector percibe que algo flota en el ambiente, pero no sabe qué es lo que ocurre. Esta sensación se mantiene durante las cien primeras páginas donde el autor describe exactamente el servicio de la cena por parte del maître, para gran disgusto del protagonista que parece que súbitamente le arrancará el meñique utiliza el hombre para señalar y describir todos los platos hasta la última nimiedad. Una crítica a la autocomplacencia  e indiferencia de la sociedad boyante de los últimos años.

Una vez traspasada la barrera de la página ciento y algo, el libro estalla. Por dos razones:
1.- el conflicto que se nos estaba ocultado (a nosotros y al protagonista) es desvelado
2.- el lector español, pero sobretodo el barcelonés identificará claramente el conflicto del que se sirve el autor con un suceso trágico ocurrido en la ciudad hace 7 años

En este momento, el lector, como el protagonista, se replantea toda la historia y las motivaciones de los personajes, ya no son lo que parecen, la empatía se traslada de un matrimonio al otro. Y aquí es donde empieza el gran ejercicio de reflexión que supone la lectura de esta novela. ¿Hasta dónde estaríamos dispuestos como padres para proteger a un hijo? ¿Seríamos capaces de encubrirlos si cometieran un delito horripilante? ¿Qué crees que antepondrías tu instinto paternal a la lealtad hacia las normas sociales y morales?

El único pero que le pongo es una pequeña trampa, que a mi parecer, el autor utiliza para justificar el comportamiento del padre. Como veis no os he desvelado nada de nada, pero es que considero esencial enfrentarse a la novela vacío de conocimiento hacia la historia para que los impactos se produzcan a su debido tiempo. De lo mejorcito que he leído este año.

KOCH, Herman. La cena. Barcelona: Salamandra, 2010.


sábado, 10 de noviembre de 2012

24 horas con la Gauche Divine

Me resulta curioso que cuarenta años después de su momento de máximo esplendor, la gauche divine siga viva como elemento cultural y distintivo que sigue impregnando a Barcelona, a la que siempre se la ha tildado de más europea que a la capital del reino, y cuya conexión con Europa, dicen, empezó con la renovación estética y literaria que desató la gauche divine.

Dado que ni siquiera había nacido cuando se desarrolló este periodo divino, todas las referencias que han llegado hasta mí han sido experiencas y reflexiones ajenas. Pasar 24 horas con la Gauche Divine es una de las mejores maneras para formarse una opinión sobre el fenómeno y salida desde dentro, ya que Ana María Moix formó parte de este grupo.

Escrito en 1971, 24 horas con la Gauche Divine es un retrato irónico de este grupo de intelectuales y artistas que llevó a la Barcelona de finales de los sesenta a un nuevo nivel cultural. Como un infiltrado invisible, el lector participa en los debates y conversaciones interdisciplinares que se mantenían en Bocaccio, copa en mano. También es testigo del nacimiento de las que después serán grandes editoriales como Anagrama o Seix Barral y del desfile de novelistas, poetas, cantautores, fotógrafos,  modelos, agentes literarios, pintores, arquitectos y demás protagonistas de aquella época.

La autora comenta en el prólogo que el manuscrito permaneció olvidado en un cajón del despacho de la editora Esther Tusquets (también presente en el relato) y se mantuvo inédito hasta hace diez años. Como postre a la crónica, le sigue un cuestionario memorable que la autora realizó a 24 integrantes de la Gauche Divine sobre la propia Gauche Divine.

La lectura del libro de Ana María Moix me asienta en la convicción que no todos eran de izquierdas, ni mucho menos eran todos divinos, que había de todo un poco y que los que se sirven de la expresión que acuñó Joan de Sagarra para devaluar la evidente evolución y transgresión cultural propiciada por la Gauche Divine, no son o no quieren ser conscientes que dicha evolución cultural, sí, fue posible gracias a una situación económica boyante de la joven burguesía catalana de la época, pero también de la voluntariedad personal de todos aquellos que la llevaron a cabo.

MOIX, Ana María. 24 horas con la Gauche Divine. Barcelona: Lumen, 2002. ¿Me lo prestas?

sábado, 27 de octubre de 2012

Calidoscopio Montalbán


El pasado viernes 19 de octubre en el canal 33 (autonómico catalán) se puedo ver el documental Calidoscopi Montalbán, un homenaje al creador del popular detective barcelonés.

Dirigido por Jordi Segú, el documental entrevista a personas que conocieron al escritor: intelectuales, artistes, compañeros del mundo editorial, amigos y familiares como Maruja Torres, Juan Marsé, el cantante Raimon, el cocinero Ferran Adrià, la agente literaria Daniel Vázquez Sallés, entre muchos otros.


La obra se desarrolla con el hilo conductor del comisario italiano Salvo Montalbano, personaje ficticio creado por Andrea Camilleri, que viaja hasta Barcelona para descubrir quién era el hombre que inspiró a su creador a la hora de bautizarlo. A través del comisario Montalbano conocemos las diferentes facetas de periodista, novelista, ensayista o gastrónomo, por los escenarios barceloneses donde transcurrió su vida.

Un gran documental que no os podéis dejar escapar los amantes del género negro, la novela barcelona y de Vázquez Montalbán. Si os lo perdisteis, podéis verlo por internet y no los que no entendáis el catalán, no os preocupéis, gran parte se desarrolla en castellano.

Por supuesto, en la biblioteca encontraréis la obra sobre y de Manuel Vázquez Montalbán.

lunes, 22 de octubre de 2012

Asesinato en América

El rol del periodista actual ha cambiado considerablemente desde la explosión de internet y los medios sociales. La información se transmite a una velocidad nunca vista y cada vez más personas son lectores potenciales de ésta.
Pero a la vez, la evolución a la que han tenido que someterse los propios medios para adaptarse a la inmediatez de la comunicación social, ha perjudicado en gran medida la calidad y la forma de la información que se nos presenta a los ciudadanos. Como siempre, las excepciones existen.

Personalmente, disfruto muchísimo con el libre acceso a la información, donde y cuando quiera y la pluralidad, pero también hecho de menos unos informativos no tan controlados por los grupos de presión, de más calidad y con noticias interesantes de verdad (estoy harta de las carreras de bebés, los ángeles de la lencería y el síndrome postvacacional).

Por eso la lectura de Asesinato en América es un bálsamo para todos los que amamos la crónica periodística. Recoge 8 series de artículos, galardonados con el Premio Pulitzer a de reportajes y crónicas periodísticas entre los años 1925 y 2000, que retratan con la mejor pulsión narrativa, algunos de los sucesos más tristes de la historia de la sociedad norteamericana, entre ellos el atentado del Presidente Kennedy, los asesinatos de la secta liderada por Yahweh ben Yahweh y la matanza perpetrada por el veterano de guerra Howard Unruh en 1949, en mi opinión la mejor crónica de todo el libro.
Esta antología a cargo de Simone Barillari y editada por Errata Naturae es una joya que merece estar expuesta en las mejores estanterías.

¿TE LO PRESTO?

viernes, 5 de octubre de 2012

Mamadas de buenos días, gintonics de buenas noches

¿Somos los treintaytantos actuales menos propensos a las relaciones estables y a las responsabilidades que nuestros padres? Seguramente sí. A mi edad, mis padres ya nos habían tenido a mi hermana y a mí, eran emprendedores, de los que se hacen a sí mismos, y dirigían su propia empresa.
Pero los tiempos cambian, quizá somos más egoístas, no estamos dispuestos a comprometernos como antes, sacrificarnos por los hijos que hubieran de venir y que por tanto no vienen, no nos atamos a una pareja por no perder la posibilidad de picar entre horas...

Como todas las generalizaciones son falsas, sé perfectamente que no todos los treintaytanos encajamos en ésa definición, pero quizá sí lo hagan muchos. 
Lo que es cierto es que intentamos no parecernos a nuestros padres, queremos tener la posibilidad de hacer las cosas de otra manera. Admito que, aunque soy muy feliz con mi pareja y no lo cambiaría por nada, a veces me imagino cómo sería tener la posibilidad de escoger cada día, de garito en garito, como quien escoge una ginebra diferente para el mismo gintonic.

Todas estas diatribas e inseguridades estan perfectamente reflejadas en dos novelas muy recomendables sobre cómo vivimos actualmente el amor, la vida en pareja y el trabajo, y ahí se acaban las similitudes para DPK: Dies de porno i kleenex y Todas las chicas besan con los ojos cerrados.

Le tengo un especial cariño a DPK: Dies de porno i kleenex porque el autor es amigo mío, me concedió el gran honor de leer la versión en espiral y que luego me escribiera una dedicatoria majísima. A parte de todo eso, su alocada historia lo vale: cuando Sonia rompe con Benja (siendo ella su única novia en la historia) desencadena en este un profundo dolor que le llevará a una espiral de sexo desenfrenado, con momentos hilarantes para el lector. Su grupo de amigos no se quedará atrás cuando la boda de Carles y Magda abra rendijas en su hasta ahora estable relación. Una epidemia sexual para superar las inseguridades propias de la edad y la situación laboral.

A parte de lo mucho que me gusta el libro, me ilusiona poder escribir esta reseña porque es una novela autoeditada, sin ningún grupo editorial detrás que la distribuya, le cree campañas de publicidad ingeniosas, sin amigos famosos que salgan en los medios hablando de ella... todo es hecho por uno mismo. Actualmente sólo existe la versión original en catalán, que podéis comprar o prestaros en las bibliotecas, pero el autor ya trabaja en la traducción al español. Con coraje y valentía luchando por su sueño, ¡bravo Cesc!

Se parece pero no es lo mismo. Todas las chicas besan con los ojos cerrados relata el encuentro de Álex y Natalia y como su relación hará que éste se plantee su concepción vital acerca del amor y sus consecuencias. ¿Es tan sencillo como mudarse juntos e ir a IKEA? ¿Se estará perdiendo a otras muchas mujeres con las que podría disfrutar? Su estilo narrativo y diálogos trepidantes (se nota la maestría guionista del autor) hacen que la devores en un plis, tanto si te gustan las comedias románticas como si no. 
Y encima está repleta de verdades como puños: 

"Todo el mundo sabe que ir al Ikea un sábado por la tarde es como ir a Mordor para lanzar el Anillo Único a los fuegos del Monte del Destino. Eso es seguro. Eso es así. Si se añade que no lo acompañan ni Aragorn, ni Legolas, ni Gimli, ni Gandalf, ni ninguno de los hobbits de la Comunidad del Anillo que partieron de Rivendel (el hogar de Ellrond), Álex, ciertamente, preferiría ser violado por una manada de orcos salidos durante tres días y tres noches."

PD: El título del post es una expresión leída en la reseña de Carlos Suberviola en el blog Placeres diarios. Me ha encantado porque en este caso refleja lo trash y brutal de la novela de Cesc Llaverias y el lado más chic y actual de la de Enric Pardo.

jueves, 26 de julio de 2012

Los tres mosqueteros, de Alexandre Dumas


Año tras año intento que mis lecturas no se alejen demasiado de los clásicos universales. Creo que cuanto más variada sea la ensalada lectora mejor sabrá. Es un gran consejo que intentó trasmitirnos mi profesor de literatura española cuando cursaba el BUP y conmigo lo consiguió. Tengo unos cuantos clásicos en mi lista interminable de lecturas pendientes y en esta ocasión me he decantado por Los Tres Mosqueteros de Alexandre Dumas.

¿Por qué?
- Porque me chiflaba la serie animada "Dartacán y los Mosqueperros".
- Porque a mi amigo y biblio-compañero Bravecoast le encanta esta novela y quería leerla para debatirla con él.
Como véis son dos razones muy alejadas entre sí...

La obra se sitúa en Francia, en el año 1625, durante el reinado de Luis XIII. El joven D'Artagnan es de una familia noble, pero que ha empobrecido, de la región gascona. Su sueño es servir al rey haciendo honores para entrar en la Compañía de Mosqueteros del Rey. Gracias a que su padre conoce al capitán de dicha compañía, le escribe una carta de presentación que le entregará para hacer valer sus méritos. Pero durante el viaje hacia París, D'Artagnan se ve envuelto en una pelea con un misterioso caballero, resultando herido. Aprovechando que el joven aspirante a mosquetero se queda inconsciente, el caballero le roba la carta.
Al no disponer de la carta de recomendación, cuando llega a París no consigue ingresar en la compañía, pero finalmente es aceptado como cadete de la Guardia Real y gracias a un incidente conoce a los tres mosqueteros: Athos, Porthos y Aramis.

Este es un resumen muy concreto de los primeros capítulos del libro, ya que al ser una obra que se publicó originalmente en forma de folletines, en cada capítulo ocurren muchas cosas y es un poco complicado resumir la trama.
Lo positivo de esta forma de publicación es que no te encuentras capítulos de relleno y en todos la tensión final está asegurada. El entretenimiento es constante, me ha gustado mucho, aunque el comportamiento poco honroso (a mí parecer) de los mosqueteros no ha hecho que simpatizara con ellos. Soy una fan acérrima de Milady ¡y tarde o temprano les dará candela!

Antes, cuando he afirmado que mi único referente sobre esta obra era la serie de los mosqueperros, he olvidado mencionar otro, que se refiere a una de mis grandes pasiones. El programa libre "D'Artagnan" que el patinador Philippe Candeloro realizó durante los JJOO de Invierno que se celebraron en Nagano en el año 1998. Le valió la medalla de bronce y su secuencia de pasos ya es legendaria por la gran dificultad que entraña, así como por su teatraliadad y espectaculares movimientos (minuto 3:30 del vídeo).

martes, 5 de junio de 2012

De qué hablo cuando hablo de correr

Cuando yo hablo de correr, hablo de esto:
laVeterinaria, elAbogado y yo quedamos normalmente en el guardarropía, sobre una media hora antes de que empiece la carrera, y dejamos las pocas cosas que llevamos encima (podría ser la cámara de fotos con la que luego nos haremos una foto bajo el marcador para así dar fe de nuestra “gesta”).
Nos dirigimos hacia la salida. Si la carrera es popular acostumbra a haber bastantes participantes que ya están calentando y moviendo un poco los músculos. Nosotros nos contentamos con dar pequeños saltitos que no ayudan a relajarnos precisamente. A esta mezcla de emoción y nervios que sentimos le llamamos “estado foxterrier” porque estamos igual que esos perros que esperan en tensión a que les lancen la pelotita para salir corriendo.

La ansiedad se destapa en cuanto nos percatamos que las primeras masas de gente se empiezan a mover. ¡El marcador empieza a contar! Nos movemos, con dificultad al principio, pero enseguida iniciamos el trote. Me encanta el sonido de la masa corriendo, ese clap, clap, clap contra el suelo. Como en la escuela, cuando nos enseñaron a imitar el ruido que hacía la lluvia, chocando un dedo contra la palma de la mano. Durante los primeros metros, no corremos por iniciativa propia, nos lleva la masa de la que formamos parte, corremos a su voluntad y eso hace que la mayoría de veces lo hagamos a un ritmo superior al nuestro, pero la emoción no nos deja pensar con claridad.

La verdadera prueba empieza justo antes de llegar al kilómetro 3. Mi cabeza da vueltas alrededor de pensamientos poco recomendables: qué pesadez, no podré aguantar, más vale que me pare ahora, me duele la cabeza, las rodillas, hasta los dientes. Cualquier excusa sería buena para detenerme, entonces recuerdo que no estoy sola. Únicamente tengo que girar la cabeza hacia mi izquierda para encontrarme con mi compañera de faenas. Que ella esté conmigo, me ayuda a seguir adelante.

Para amortiguar los pensamientos negativos me concentro en no perder el ritmo de mi respiración. 1, 2, 3, 4, inspira. 1, 2, 3, 4, expira. 1, 2, 3, 4, inspira. 1, 2, 3, 4, expira. 1, 2, 3, 4, inspira. 1, 2, 3, 4, expira. Procuro no mirar fijamente hacia el horizonte y llevo la vista de izquierda a derecha, centrándome en los que me pasan, a los que yo adelanto y en el entorno.

Casi sin darme cuenta he llegado al kilómetro 7. Sólo quedan 3. Inicio la cuenta atrás. A partir de ahora cuando llegue al kilómetro 8 en realidad habré llegado al kilómetro “faltan 2”.  Dentro de mis posibilidades y según cómo me encuentre, procuro avivar el ritmo de mi carrera. Dar pasos más largos y si se tercia alguna zancada.
Llego al kilómetro “sólo falta 1”. Los que llegaron a la meta hace rato, dan marcha atrás con sus bebidas isotónicas y junto a los vecinos y paseantes te jalean y dan ánimos. ¡Qué bien me lo estoy pasando!

Ya se ve el marcador. Sólo faltan unos metros. Por fin, ¡lo he conseguido! Lo que más me gusta cuando acabo es una sensación que me invade las piernas. Me parece que se me van a salir de sitio. Empieza la cuenta atrás para la siguiente carrera…

Si os contara de lo que habla Haruki Murakami cuando habla de correr, ya no tendría gracia que os leyerais el libro, pero os diré que es una sucesión de anécdotas e historias tan cotidianas como la mía... :)

viernes, 17 de febrero de 2012

Por sólo dos peniques


En mi infancia esta escena me aterrorizaba y ahora me hace pensar que volvemos a estar otra vez en lo mismo. Por sólo dos peniques... penique a penique nos están asfixiando. Los mercados financieros son insaciables. Ni reforma laboral, ni congelaciones, bajadas de sueldos, tijeretazos... ¿nada les parece suficiente? Ayer la bolsa se volvió a desplomar y los presupuestos se han descuadrados 48 horas después de su aprobación. Da miedo, mucho miedo. Pero otros, venga a engordar penique a penique... ¡Qué sabia eres Mary Poppins!

domingo, 12 de febrero de 2012

Tengo una pistola, de Enrique Rubio

A medida que pasan los años mi fantasía de mundo ideal toma fuerza exponencialmente. Me encantaría poder subsistir sin tener que salir de casa, relacionándome lo mínimo y necesario con otra gente. Sé que si pudiera trabajar desde casa pasarían semanas sin que pisara la calle. Así que es normal que rápidamente empatizara con el protagonista de Tengo una pistola de Enrique Rubio: Cascaradenuez, un administrador de webs pornográficas con una fobia social galopante que le impide salir de su casa y relacionarse con los demás.

A estas alturas de globalización social, de conversión hacia lo virtual, a nadie creo que le pueda extrañar este planteamiento. Quizá hasta podría tildarse de manido, pero Rubio sabe plantear con mucha inteligencia, pero también sensiblemente, la dificultad que entraña entablar relaciones con el exterior, con los demás, ante la posibilidad de aislamiento que facilitan el mundo virtual y sus tecnologías.

Con un estilo muy cortante, repleto de diálogos instántaneos, cual messenger en papel, podría parecer que narrativamente la novela está vacía como un cuadro de diálogo de ms-dos. Nada más lejos. El retrato de Cascaradenuez es más complejo de lo que podría parecer. Las descripciones de los escenarios, reales, virtuales (o la mezcla de ambos que percibe el protagonista) están muy bien construidas. Es patente que el autor ha arriesgado y se ha esforzados por huir de una trama manida y con elementos pelín efectistas gracias a la construcción de los elementos literarios. Ha sido un grato descubrimiento.

"Doy algunos pasos y compruebo que la gravedad es similar a la de mi nave del 4º A, sin percatarme de guardar la pistola, como si fuera un hábito automático que ya no sientes. Después de un rato, guardo mi pistola en el bolsillo y examino la realidad. Alta definición, al menos 1920 x 1080 píxeles. Rica en texturas y sin escatimar en polígonos. Los colores no son excesivamente brillantes ni vivos, sino naturales. Me muevo y no hay parones ni saltos en la imagen. Fluidez visual, por lo menos a 30 frames por segundo y 100 hertzios de tasa de refresco. Miro las líneas de los edificios, sin dientes de sierra, sin jaggies. La relación de contraste es al menos de 1200:1. Los efectos de antialiasing, mip mapping, bup mapping, enviroment mapping… son de última generación. Formato panorámico 16:9, más o menos, y un brillo de unos 520 cd/m2.

Esta simulación tan fidedigna era la realidad diez años atrás. Es el molde que utilizan los programadores para diseñarme los juegos con lo que he estado alimentándome. La realidad se parece bastante a mis videojuegos. La realidad es bastante real. Está bien conseguida. Eso me tranquiliza, aunque es una primera impresión, una preview. Hay que esperar a la review. De todos modos, el juego “realidad” no es tan real como un videojuego. En la realidad no hay tantas obras, ni tantos desperfectos ni tantas grietas como hay aquí. La realidad debería ser más compacta y lisa que este paisaje inestable. Hay algunos fallos en el diseño de la realidad, pese a ser fotorrealista. Puntuación en gráficos 9,2. Un remolino de aire hace volar una bolsa en espiral con gran elegancia. Puntuación en física 9,7. Aunque acabo de ver un coche que se mueve a trompicones. Resulta artificial. El humo de los tubos de escape, sin embargo, y el vaho saliendo de las bocas de la gente está implementado de manera bastante creíble. Puntuación en física de partículas 9,0."

jueves, 19 de enero de 2012

La página 45 es más sexual que la 69

Cada vez tengo menos tiempo y aún menos ganas de engancharme a los memes. Es lo que pasa cuando asumes que eres un imán para las pupas y las enfermedades medias, que valoras un pelín más tu tiempo. Pero con sfer no puedo evitarlo. Meme que publica (y no son muchos), meme que me engancha. Es que ella sabe de seleccionar...

Al meme. Resulta que en la librería californina The Green Apple Core nos proponen abrir el libro que tengas más cerca (yo he cogido el que estoy leyendo, aunque no era el más cercano físicamente a mi persona), abrirlo por la página 45, leer la primera frase e interpretarla como una predicción de lo que será tu vida sexual durante este año.

Ahí va mi predicción sexual para 2012, cortesía de Elvira Lindo y su Lugares que no quiero compartir con nadie:

"...y te adoctrinan sobre lo que hay que hacer, aquello a lo que hay que ir, lo que no te puedes perder y las experiencias que debes probar."

Me da que es una buena previsión, ¿no? La interpreto así, quizá es que tenga que probarlo todo este año... Al menos se intentará.

Ilustro esta entrada con unas radiografías cachondas (en ambos sentidos del cachondismo) que hicieron surgir la polémica en el Hospital de Lleida. No me alargaré con dicha polémica, prefiero que la lean en el medio donde lo leí yo, también pelín morbosa, pero bien divertida.

Sé que no es muy dado a estos jueguitos, pero me interesa especialmente la predicción de El Senyor Dolent, por ser también él pelín morbosillo y por su nombre, claro. A ver si se anima a dejarla en un comentario, y el resto igual. Animaros a compartir predicciones.

sábado, 31 de diciembre de 2011

Un matrimonio feliz, de Rafael Yglesias

Enrique Sabas, escritor y guionista de cine, vive con su mujer Margaret, diseñadora gráfica, en Nueva York. Disfrutan de una vida acomodada y estable después de treinta años de matrimonio, hasta que a ella le detectan un cáncer contra el que no podrá luchar. El protagonista reconstruye los episodios más importantes de su vida con Margaret: cómo se conocieron, cómo se enamoraron, el nacimientos de los hijos, el desarrollo de sus carreras profesionales y las pequeñas crisis por las que pasa su relación a lo largo de los años; pero también cómo ella lucha contra el cáncer y la aceptación poco a poco que la muerte está próxima.

A primera vista podríamos pensar que estamos ante la típica historia “chico encuentra chica – chico pierde chica trágicamente”, pero no. La grandeza del libro es el planteamiento que hace el autor de temas tan manidos como el amor y la muerte. A lo largo de la narración el lector va saltando junto al protagonista por las diferentes etapas de la historia en dos líneas temporales/narrativas: la historia de la pareja en común y la fase terminal del cáncer de la esposa. Al principio son dos líneas temporales, pero a medida que avanza la lectura las dos historias se encuentran para culminar con el punto y final de la muerte. El lector alterna un capítulo de su historia en común con otro sobre la despedida.

La intensidad va creciendo gradualmente y podemos sentir el dolor, pero también la alegría, con los que el protagonista rememora su vida en común, el misterio del enamoramiento, el apego hacia la otra persona, los altibajos de la relación, la monotonía de la estabilidad y la complejidad con la que encaramos la pérdida de un ser querido. Cuantas menos páginas le quedan al libro, más se te encoge el corazón y esa empatía auténtica (sin hacer uso de artificios ni trucos fáciles) que consigue con el lector es uno de sus puntos fuertes. El otro, que el libro está escrito y construido ejemplarmente.

Un matrimonio feliz, de Rafael Yglesias, es el mejor libro que he leído en 2011. Lo leí en el mes de septiembre y he esperado hasta el último día del año para confirmar su primera posición en mi ranking personal, ya que son muchos los libros que pasan por mis manos a lo largo de 365 días, muchísimos más de los que luego reflejo en este espacio (algunos por falta de tiempo, otros por falta de interés). No puedo aportar nada más al comentario de este libro, exceptuando esta cita de la que hasta la fecha es la mejor descripción que he leído nunca de un primer beso...

Hubo un silencio, él desplazó todo su cuerpo sobre el sofá, se acercó a Margaret unos centímetros hasta que sus muslos se tocaron, y se inclinó.

Enrique se detuvo a mitad de camino de su meta. Margaret quedó en silencio. Una sobria oscuridad inundó sus luminosos ojos azules. Ella se quedó mirando los labios de Enrique como si calculara a qué podían saber. Este había llegado demasiado lejos como para retirarse. Se acercó un poco más, demasiado asustado para respirar. Ella no le alentó. No hizo ningún gesto que delatara si separaría los labios para recibirle o los abriría para chillar.

Enrique los tocó para tantear el terreno y con exquisita suavidad, como si pudieran atacarlo. Cerró los ojos, abrumado al verse tan cerca de los océanos insondables de Margaret, y se acercó más al no percibir ninguna resistencia violenta. El cuerpo de Margaret cedió, sus labios se separaron, el líquido de su boca bañó la de Enrique en una breve inmersión, solo para unirse de nuevo y apretar. Él se acercó más y uno de sus brazos maniobró en torno al delgado hombro de Margaret, sus narices se rozaron mientras se abrían el uno al otro al unísono, y en una maravillosa ilusión, durante una fracción de segundo, pareció que ya no tenían ni principio ni fin. Sus bocas se cerraron, satisfechas por esa breve unión, y él se apartó mientras le brotaba una sonrisa en la boca. Ella no sonreía. Lo contemplaba de una manera solemne. Él esperaba una respuesta a su pregunta: ¿Puedo continuar?

¿ME LO PRESTAS?