Redacción: Las vacaciones (5ª parte)
Previously on Las vacaciones: Como Bruselas es más bien pequeña y en un par de días lo tienes todo prácticamente visto, nos decidimos a coger un tren e irnos hasta Brujas, que mi amiga Sfer me dijo que era como encontrarte en un cuento medieval y tenía toda la razón. Lo primero que me llamó la atención es que la gran cantidad de turismo que recibe no afecta para nada a la autenticidad de la ciudad.
Si por algo tenía ganas de visitar Bruselas era por su tradición ligada al cómic (la bande dessinée) y como no podía ser de otra forma nos pasamos una mañana en el Centre Belge de la Bande Dessinée (alojado en un maravilloso edificio Art Nouveau) donde pudimos repasar en una exposición didáctica el proceso creativo y de creación de un tebeo, toda la historia del cómic belga y en concreto del gran maestro Hergé. También pudimos ver una exposición dedicada al 50 aniversario de Los Pitufos. Y mejor no os cuento lo maravillosa que era la biblioteca -¡Ay Cesc y Antoine, cómo disfrutariamos los tres de un viaje comiquero!-.
A la vuelta de la balade de l'art nouveau, nuestro anfitrión Adi nos avisó que el personal de tierra del aeropuerto de Bruselas se había declarado en huelga, pero que parecía que el tema se iba a arreglar pronto. Descansamos, hicimos las maletas, dejamos ciegos a los gatos de tantas fotos como les hicimos, cenamos y si hubiésemos sabido habríamos rezado. A la mañana siguiente, mientras untábamos la mermelada en la tostada, Adi nos informaba que la situación no había cambiado, pero que estaban desviando los vuelos a otros aeropuertos belgas. Temerosos, nos despedimos y nos encaminamos hacia el aeropuerto.
Conseguimos recuperar las maletas y catalanes, andaluces y valencianos tuvimos que bajar otra vez al hall del mini aeropuerto de Liège y allí fue cuando los belgas no se olvidarán nunca de cómo solucionamos este tipo de cosas los españoles: a gritos, insultos y amenazas. A voces el grupo de andaluces amenazaba al jefe del aeropuerto con este tipo de afirmaciones: "Tú de aquí no te vas, de aquí no te vas" (cuando el tío pretendía irse viendo el percal que se formaba) o "Si no solucionas esto, te vamos a dejar el aeropuerto azí de limpito" (el enunciante en cuestión juró con la mano en la boca al pronunciar el "azí de limpito"). En este momento yo estaba muerta de la risa y me uní a los gritos de "O todos o ninguno". Finalmente llegó la policía y los medios de comunicación (tú dirás) y elAbogado y yo decidimos que nos volvíamos al aeropuerto de Bruselas, que era lo que nos proponían.
Hasta que no estuvimos dentro del avión que veis en la foto y despegó no pensamos que podríamos llegar a casa.