viernes, 4 de julio de 2008

Villa Diamante

"Dos hermanas, Irene y Ana Elisa, se asoman a un destino cruel que llevará sus vidas por sendas paralelas en medio de un país asolado por diferentes dictaduras, pero próspero e ingenuo. Al comienzo de los años cuarenta, Ana Elisa sueña con perdurar en el tiempo a través de una casa que la haga eterna. Deberá convencer a un arquitecto del otro lado del océano para convertirla en símbolo de un amor empeñado en subsistir a pesar de la vileza y del miedo. Entre todos los grandiosos y humanos personajes de esta crónica dramática, se erige Villa Diamante, el monumento misterioso e impenetrable; el símbolo de una vida. Boris Izaguirre se consagra con esta novela como un excepcional narrador, capaz de recrear con un estilo deslumbrante toda una época".

Al leer la sinopsis en la contra del libro cogí en préstamo, con curiosidad y algunas expectativas, esta obra finalista del último Premio Planeta. Siempre me han gustado las historias de sagas y dramones familiares y con el currículum de Izaguirre como guionista de folletines y culebrones, Villa Diamante tenía que ser un buen dramón. Y lo es.

Como se explica en la sinopsis, esta es la historia de dos hermanas, una bellísima y la otra no es que sea fea, pero es demasiado vulgar. Entre ellas tienen muy buena relación, se quieren mucho y suplen sus respectivas carencias la una a la otra. El conflicto con el que arranca la novela es el fin de una dictadura con la llegada de un nuevo régimen, populista. Una panda de exaltados irrumpe en la masión de la familia de las niñas y ese acto de violencia desencadenará los sucesos que marcarán toda su vida.

La lectura de la historia hasta la página 200 y pico (casi la mitad del libro) me entusiasmó. Izaguirre me enganchó completamente al toma y daca de estas hermanas con su destino, pero no acababa de llegar la tan esperada, y anunciada, resurrección de la no guapa en forma de casa, la Villa Diamante. A partir de la mitad del libro la escritura barroca y plagada de oraciones subordinadas del creador, empezó a fatigarme, a hastiarme. Cuando llevaba tres cuartos de libro, ni tan siquiera las escenas tan sumamente cinematográficas, las descripciones de vestidos, moños y saberes estar, de Venezuela, su gastronomía y sus paisajes, ya no me decían nada. La hstoria languidece a medida que pasan las páginas, y cada vez cuesta más que pasen, se hacen pesadas y tuve grandes tentaciones de dejar el libro sin saber el final, que por cierto no me llenó.

Me dio la sensación que el libro no estaba acabado que le faltaban 200 páginas más. El principio y el nudo de la historia se alargan dejando un final que se resuelve precipitadamente, sin acabar de hilvanar bien los hilos, con cabos sueltos. Siendo un ejercicio correcto, me da lástima porque Villa Diamante podría haber sido perfecto.

IZAGUIRRE, Boris. Villa Diamante. Barcelona: Planeta, 2007. 490 páginas. ISBN 978-84-08-07597-4.

Bibliotecas de Barcelona donde poder coger el libro en préstamo, aquí.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La otra no es fea, es... simpática

bravecoast dijo...

mwhahah :D perrito piloto para el Oriol.
Por lo menos parece mejor que el otro libro que saco, como se llamaba... morir de glamour?

Anónimo dijo...

Debo admitir que pese a premios y demás Boris Izaguirre no me llama mucho la atención. Ahora bien, las sagas familiares sí... Qué dilema.