martes, 20 de marzo de 2007

La fotografía de la pesadilla

Este fin de semana he podido leer en El País Semanal un par de artículos sobre fotografía que me han gustado especialmente. El primero trata del fotógrafo Kevin Carter que se suicidó dos meses después de recibir el premio Pulitzer perseguido por la fotografía con la que ganó el galardón. Este sábado 24 en Canal + emiten un documental sobre él. Os copio un extracto del artículo.



Un hombre blanco perfectamente bien alimentado observa cómo una niña africana se muere de hambre ante la mirada expectante de un buitre. El hombre blanco hace fotos de la escena durante 20 minutos. No es que las primeras no fueran buenas, es que con un poco de colaboración del ave carroñera le salía una de premio, seguro. Niña famélica con nariz en el polvo y buitre al acecho: bien; no todos los días se conseguía una imagen así. Pero lo ideal sería que el buitre se acercara un poco más a la niña y extendiese las alas. El abrazo macabro de la muerte, el buitre Drácula como metáfora de la hambruna africana. ¡Ésa sí que sería una foto! Pero el hombre esperó y esperó, y no pasó nada. El buitre, tieso como si temiera hacer huir a su presa si agitara las alas. Pasados los 20 minutos, el hombre, rendido, se fue.

No se debería de haber desesperado. Una de las fotos se publicó en la portada de The New York Times y acabó ganando un premio Pulitzer. Pero incluso así se desesperó. Y mucho. El hombre blanco era un fotógrafo profesional llamado Kevin Carter. A los dos meses de recibir el premio en Nueva York se suicidó.

Hay dos preguntas. La primera, ¿por qué se suicidó? La segunda, ¿por qué no ayudó a la niña? La respuesta a la primera es relativamente fácil. La respuesta a la segunda es más interesante. Remontemos.


La cámara funciona como una barrera que lo protege a uno del miedo y del horror, e incluso la compasión.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Si tan mal le hacía sentir ese premio que no lo hubiese aceptado, no creo que se suicidase por eso.

bravecoast dijo...

No se suicida por ganar el Pullitzer. Lo hace porque despues de ganarlo, todo el mundo le preguntaba por que no habia ayudado al niño en vez de tirarse dos horas para lograr una foto con efecto. Nadie le comprendia cuando argumentaba que su intencion era lograr una imagen impactante, para que el mundo se sensibilizara con la agonizante situacion en Africa.
En el articulo explicaba como el fotografo esta completamente comprometido con la lucha contra el Apartheid surafricano. Eran momentos violentos y Johannesburgo ardia por revueltas callejeras que el fotografiaba.
Cuando logro el premio Mandela ya era presidente de surafrica, y al apaciguarse las cosas practicamente se quedo sin trabajo. Ademas pasaba malos momentos sentimentales, y un compañero muy amigo suyo murio de un disparo durante un reportaje.
Todo esto añadido a que ni tan siquiera sus familiares entendian como pudo aguantar dos horas sin ayudar a la niña... hizo el resto.
A mi tambien me impacto el articulo. Extraña pantalla la que ejerce una camara de fotos.

Anónimo dijo...

Hace tiempo que el mundo ya sabe como es la situación en África, sinceramente siento mucho lo de este hombre pero me sigue pareciendo que si realmente tienes voluntad de ayudar en África no te quedas dos horas esperando a que un buitre se avalance sobre una niña muerta de hambre. A las personas a las que deberíamos recordar y honrar es a aquellas, ya sean médicos, voluntarios o monjas que se van a África y se quedan allí para ayudar a los más necesitados. Ni dar un donativo mensual ni hacer fotos, me parece que muy poca gente se implica realmente en la ayuda a los más desfavorecidos, empezando por mí misma.
Creo que todos tenemos nuestros propios problemas y cada uno ayuda como buenamente puede pero a mí me sigue dando la sensación de que este hombre se suicidó por temas totalmente ajenos a esta fotografía ya que alguien que es capaz de tener la sangre fría de esperar dos horas, dudo mucho que luego pueda sentirse mal por las opiniones que provoquen su comportamiento.

Anónimo dijo...

Buff no sé qué decir
Precisamente me había preguntado cómo pudo alguien hacer una foto así, ahora ya sé la historia, y es difícil excusar a esta persona, pero al leer a Joel cambia un poco la cosa.

merit dijo...

simplemente es su trabajo! sin más es como si un medico forense se tentace el corazón al ver el cuerpo degollado, totalmente destrozado y no permitiera k los familiares lo velen, vean ó reconozcan x no causar más dolor, obviamente todo mundo aun despues de muertos desean ver a sus seres keridos cerca hasta el final, el pudo bien ayudar a la pekeña, pero no tomaria una exelente imagen k si! todo el mundo sabe k africa sufre y tiene hambre, pero no todo mundo vive conciente ni pone remedio..todo en la vida implica un sacrificio, en diferentes medidas pero eso conyeba, kiza puedo ser uno de tantos, esa buena imagen es más famosa y dramatica k casi la inmensa mayoria (kien lo diria mucho más ahora enterrado el hombre!) x lo cual llegaria a ojos de más gente, esa pudo ser la obra del samaritano, el caso (para mi modo de ver el tema<) k... bueno realmente no se nada sobre demás trabajos del fotografo, el estaba ahi para tomar esa foto..asi tardace 30 min o todo un dia, nunca seria suficiente para k la gente no se cansara de criticar xk aún tardandose tan solo 20 min lo harían y aun más akellos k no comprenden las leyes de la fotografia como el angulo, el enfoke, los filtros la orientacion, el contraste y demás... y bueno x lo del suicido ¬¬ ........creo k nadie tiene ese derecho, aún no existe el derecho a kitarse la vida, se vive en el infierno---solo es cuestion de acostumbrarse y tomarle el mejor lado......saludos!