La soledad tiene rostro
Y aquí el segundo artículo, dedicado a la fotografía de Erwin Olaf. Un fotógrafo que me gusta e inquieta a partes iguales. Sus fotos me recuerdan un poco a los ambientes fríos y asépticos de los cuadros de Edward Hopper. Os copio un extracto:
La soledad tiene rostro. Por Alberto Martín
La atmósfera es introspectiva, habla de soledades e incomunicaciones, de pasividad e impotencia, de tiempo de espera. Los protagonistas de estas historias incompletas no mantienen ninguna relación entre ellos, están aislados o encerrados en sí mismo. No parecen esperar nada extraordinario, quizá otro momento exactamente igual al que acaban de vivir. La aparente estabilidad y felicidad que describe su entorno, o su propia pasividad, parecen ocultar un murmullo interior que habla de vidas solitarias, previsibles, o acaso de callada desesperación y desencanto. No hay expectativas, tan sólo una especie de serenidad pasiva, de tiempo detenido en interiores fríos, pálidos y depurados. Como señala el propio Olaf, "es cada uno quien tiene un muro invisible construido alrededor suyo, bien sea autoconstruido o impuesto por la sociedad".
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