viernes, 24 de agosto de 2007

Sevilla tiene un color especiaaaal

La segunda parada de las vacaciones ha sido en Sevilla, una ciudad calurosa, pero llena de parques, agua, alegría y azahar. Por todos lados te sigue el aroma a azahar y el misterio de edificios y enclaves dominados por la historia. Y también un misterio que hasta la vuelta a mi ciudad no he descubierto. El misterio del símbolo municipal de Sevilla, el NO8DO que en diferentes enciclopedias he confirmado que se trata de una leyenda que hace se refiere a la leal relación que le profesó la ciudad al rey Alfonso X el Sabio en la guerra contra su hijo. El símbolo se leería así: NO madeja DO, o sea, NO ME HA DEJADO. Curioso, ¿no?

Uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad es el Parque de María Luisa, un parque muy romántico que es recorrido constantemente por calesas llenas de turistas. Sombra, caminos bajo balaustradas de viña, hiedra y azahar, fuentes y lagos y bombillas que se encienden de noche, que atestiguan el pasado real de sus jardines. Está repleto de glorietas dedicadas a diferentes artistas y personalidades, como la de Bécquer que está centrada por una escultura en homenaje al poeta sevillano con tres mujeres a sus pies que representan al amor realizado, al amor burlado y al amor perdido. Maravilloso también el Monte Gurugú.

Dentro del parque se encuentra la Plaza de España con un palacio neorrenacentista en forma de hemiciclo con dos torres de estilo italiano a ambos lados que dan acceso a una galería con pequeños paramentos dedicados a cada una de las provincias. Este palacio se construyó para la Exposición de 1929.

Plaza de España

Parque de María Luisa

Glorieta de Bécquer

Uno de los barrios más famosos de la ciudad es el de La Macarena y es que alberga a su virgen más ilustre. Sus pequeñas callejuelas están llenas de iglesias gótico-mudéjares, barrocas y conventos de clausura donde comprar dulces. También es interesante visitar la calle Feria donde se puede visitar un mercadillo en plena calle donde se venden objetos de todo tipo.

La Basílica de la Macarena fue construida en 1949 y su virgen llora con lágrimas de diamantes y está rodeada de joyas, mantos, adornos, bordados y trajes de luces que le han ofrecido los toreros. Vale la pena entrar y descansar en sus bancos, mientras muchos sevillanos del barrio rezan y respirar ese aire de calma.

Basílica de La Macarena

En el barrio histórico de la ciudad se encuentran la mayoría de joyas arquitectónicas: la Catedral con una inmensa nave gótica, el campanario-mirador de la Torre de la Giralda y el palacio mudéjar del Real Alcázar con un conjunto de jardines espectacular. El antiguo barrio judío, ahora de Santa Cruz, plazuelas de cerámicas blancas y azules, naranjos y patios llenos de geranios.

Edificada donde estaba la Gran Mezquita, la Catedral de Sevilla es uno de los monumentos más grandes de la cristiandad. En el interior la desmesura de sus riquezas es impresionante: bóvedas cinceladas al milímetro, amplitudes donde guardar tesoros de mármol, jade, bronce..., pinturas de Murillo y Zurbarán... Maravillosa.

Catedral de Sevilla

Vista interior de una de las bóvedas

La Giralda es una torre morisca de la antigua Gran Mezquita del siglo XII, con un campanario renacentista que en su cima, a 97 metros, se halla la estatua de la Fe que oscila con el viento. La torre debe su nombre a esta veleta.

La Giralda

La Torre del Oro es una torre de defensa del siglo XIII que estaba unida por unas cadenas a una torre hermana, la Torre de Plata que bloqueaban la circulación por el río. El nombre de la torre era debido a unos azulejos dorados que ya no se conservan.

Torre del Oro

El Real Alcázar es un palacio morisco, barroco, gótico y renacentista, todo en uno. Construido de forma laberíntica que empezaron los árabes en el año 840 y que ampliaron los reyes cristianos a partir de 1250. Y aunque a primera vista tanta mezcla de estilos podría no ser muy equilibrada, en este caso no es así. Dispone también de unos jardines espectaculares con terrazas, fuentes y paseos bordeados de cipreses, magnolias, jazmines y palmeras. Es de lo mejorcito de Sevilla.

Patio del Real Alcázar

Fuente morisca dentro de los jardines

Parte de muralla en el Real Alcázar

Y también otro edificio emblemático que me moría por visitar desde que empecé la carrera de Biblioteconomía, el Archivo de Indias, que alberga más de 40.000 documentos de la época de la conquista de América.

Fachada principal del Archivo de Indias

Y por último un buen augurio que nos motiva para volver a la ciudad: la calle de la Virgen de los Buenos Libros donde se encuentra una de las mejores librerías de la ciudad, la librería Céfiro especializada en historia de Sevilla y donde te regalan un punto de libro con un poema inscrito por cada obra que compres.

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