Back to business!

Bueno, ya hemos vuelto de vacaciones y toca trabajar un poco, pero hoy me he escapado de mis deberes laborales 20 minutos antes para poderos actualizar esto. Sé que ha estado mucho tiempo parado y que empezaba a oler (sorry, Joel). No tengo mucho que contar: las Navidades llenan mucho la panza, yo he hecho bastante el vago, he ido poco al gimnasio, he cocinado mucho y he leído más. Porque otra cosa no, pero leer, no paro. Y es que tengo críticas por entregar y no puedo bajar la guardia porque sino el plazo de entrega se me tira encima.
Durante estas vacaciones también he estado sopesando lo que extraño que ha sido este último año para mí. Piso nuevo, vida nueva, lágrimas nuevas. Porque tenía cosas antiguas por las que lloraba cíclicamente, pero que se añada una nueva y tan grande ha sido difícil. Y será difícil porque una de las porquerías que conlleva el año nuevo es que no limpia todo lo malo, lo cargas después de las uvas, así que este año decidí que no habría uvas, pero sí campanadas. A ver si sirve de algo.
Lo mejor de las Navidades...reunirnos TODO el Averno, y lo pongo en mayúsculas porque es complicado que nos reunamos todos y pasa pocas veces. Lástima que estuviese incubando enfermedad y no pudiese ir a la fiesta loca que siguió a la cena. Esa enfermedad incubada se me pasó a las orejas y durante 8 días ENTEROS me quedé completamente sorda. He padecido algunas otitis que me dejaron el oído prácticamente nulo, pero nunca del todo y tengo que decir que ha sido de las experiencias más angustiosas de mi vida. Hacia los últimos días estuve mirando precios de audífonos...
Bueno, espero que con tu permiso Joel, os cuelgo unas fotos de la reunión del Averno que me hace ilusión... (Joel hizo las fotos)